FRUSTUM 43º 13´43´´N 2º 35´24´´0´
La instalación parte del diálogo entre los sistemas de representación basados en la imagen – sea esta digital o no- y el propio entorno, que es referente para la obtención de las mismas*. En concreto, la acción que desencadena el proceso tiene lugar en el monte Oiz*, donde se intenta “aprehender” simbólicamente un cubo de 80 x 80 cm³ mediante distintos medios. Los números del título, corresponden a las coordenadas cartesianas de ese “cubo de aire”.
Así, asistimos a una imposibilidad de reproducción del entorno. Una cuestión en la que ciertas certezas –como el hecho de referencialidad y fidelidad hacia este- que se les presuponían a los medios tecnológicos de captación, han devenido en realidades bien distintas, en las que se adivina la grieta de la subjetividad, -si cabe- más ancha ahora qué la variabilidad de la “materia” digital y el pixel –en concreto-, la han hecho evidente. Tensiones que dentro de la propia obra surgen entre los diferentes espacios, medios y formas de entender y representar ese límite –marcado por un punto de vista eje-mónico-, puesto en duda por ese cubo de 80 cm³ de aire que enmarcara el horizonte del monte Oiz, para trasladarlo a un lugar de pensamiento.
Ficha Técnica
- Título: “F - 43°13′43′′N 2°35′24′′O".
- Técnica: Mixta.
- Medidas: Variables.
- Fecha: 2014.
- Autor: Xabier Barrios
*Incluidas las tecnologías digitales llamadas “anopticas”, que crean imágenes a partir de bases numéricas o conceptos científicos aplicados en ordenadores de simulación.
*La elección del monte Oiz tiene que ver con los actos de poder. Por un lado por ser un espacio de carácter histórico como monte Bocinero y por otro por que su cima alberga una antena, 40 molinos de viento, un cromlech y un punto geodésico de primer orden. Antiguamente desde el lugar se llamaba a las Juntas Generales de Vizcaya. Y hoy día, encontramos una enorme estructura con varias antenas que facilitan las comunicaciones y la transmisión de señales a todo el mundo, algo que hace posible el intercambio de información en un acto de comunicación que se realiza a través del formato digital y la electricidad. Dos elementos que hacen que se “mueva” el mundo. Tal y como lo hace el viento, solo perceptible a través del movimiento y sonido de los molinos instalados en la cima; aspas que generan la electricidad necesaria para la proyección, toma y manipulación de datos digitales que viajarán a través de las hondas. Archivos que nos ayudan a entender y representar nuestro entorno, suplantando a formas analógicas como el negativo u otras más arcaicas como el dibujo y la tradición oral, en la que este mismo monte aparece como segunda morada de la diosa Mari.